El argentino David Nalbandián continua de forma arrolladora en París donde ayer demolió al francés Richard Gasquet, por 6-2 y 6-4, y se clasificó para disputar la final de este Masters Series donde se enfrentará contra el español Rafael Nadal. Nalbandián, a ritmo de Fórmula Uno, continúa su lucha particular contra todos, y a ritmo de fiesta. Diecinueve del mundo esta semana, 14 ya tras alcanzar la final, sabe que si se hace con el torneo hoy se colocará noveno del mundo, con una plaza de jugador suplente para la Copa Masters de Shanghai que ya ganó en el 2005 cuando acudió repescado y derrotó al suizo Roger Federer en la final. Su fenomenal esprint particular no parece tener final y el argentino ha hecho del Palacio de Deportes de París-Bercy su casa. Lleva cinco partidos ganados, ante los españoles Nicolás Almagro y Carlos Moyá, primero, luego Federer (segunda victoria consecutiva, tras la de la final de Madrid), y después siguió el español David Ferrer, y ahora Gasquet, en 67 minutos, en el quinto enfrentamiento entre ambos, todos para David, con dos victorias en Roland Garros. Amparado en un sólido servicio y con una mayor regularidad desde el fondo de la pista, el discípulo de Martín Jaite asusta a todos sus rivales. Si contra Ferrer anotó 18 saques directos, hoy su baza fue la derecha, agresiva e incisiva desde la línea de fondo. Pero lo que más destaca es su tremenda naturalidad y seguridad. Para un jugador como Gasquet, que ya se había asegurado, por primera vez en su carrera, la última plaza para la Copa Masters de Shanghai tras vencer Nadal a Baghdatis en la otra semifinal, el castigo fue demasiado duro y el francés lo asumió con deportividad ante el jugador que ha demostrado encontrarse más en forma en el circuito. Ahora Nalbandian se medirá con Nadal, a quien derrotó en los cuartos de final de Madrid, en el primer enfrentamiento entre ambos, cruel para el español que cedió por un concluyente 6-1 y 6-2. El argentino busca el segundo Masters Series de su carrera.