La presencia policial en la parte externa de los cementerios también fue notoria. Carlos Mera, quien tiene a varios parientes sepultados en el cementerio Corazón de Jesús, ubicado en el barrio Marbella, dijo que por razones de trabajo no había tenido tiempo de pintar la bóveda donde se guardan los restos de sus familiares. Mera se mostró contento de la organización que existe en dicho camposanto. “Aquí da gusto llegar, no como en el Cementerio General, donde hay que caminar sobre las tumbas”, dijo. Sobre todo, destacó la presencia de la Policía en el resguardo que ofrece. Carmen Zambrano, en este mismo cementerio, ha instalado una carpa para protegerse del sol mientras ofrece la venta de corviches y colas. Igual cosa hizo Rosa María Santana, quien espera ganarse unos cuantos dólares con la venta de flores. El cementerio de Tarqui ofrece el mismo panorama. Este lugar está concesionado, por lo que el Municipio no actúa en la venta de puestos de ventas de flores, dulces, bebidas y comida, pero sí colabora con la presencia de inspectores municipales. Para hoy las vías de acceso al cementerio general serán cerradas al tránsito vehicular, para evitar el congestionamiento. Ayer la prolongación de la avenida 24 que comunica con este camposanto y la calle del sector de la Iglesia del Perpetuo Socorro estaban llenas de negocios.