"Noche de Brujas", decían los famosos que se acercaron a la mansión Playboy disfrazados para festejar una velada con tradición anglosajona. Sin embargo, de brujas nadie supo nada. Allí, las infartantes conejitas de Hugh Hefner desfilaron con poca ropa por las salas y las piscinas de la casa más deseada por los hombres, junto a personajes de la farándula norteamericana.