Un total de 202.000 hectáreas de terreno al norte y al este de las zonas metropolitanas de San Diego y Los Ángeles han sido arrasadas por los incendios sin que se haya detenido a los culpables del incendio en el Cañón Santiago, que arrasó más de 11.000 hectáreas y del que los bomberos sólo han controlado un 35 por ciento.