Ellos viven en la ciudadela El Florón y los 5 dólares diarios que ganan son destinados para ayudar a su mamá, que padece de cáncer, y para financiar sus estudios en la tarde. Como estos hermanos hay más de mil niños trabajando y deambulando en las calles de la ciudad. Cantando en los buses, lustrando zapatos, vendiendo caramelos, o realizando cualquier actividad se encuentra a niños, niñas y adolescentes en cada esquina. El Consejo Cantonal de la Niñez y Adolescencia del Municipio desarrollará una campaña para disminuir el número de niños trabajadores de las calles. La secretaria ejecutiva, Tamara Briones, indicó que se han enviado comunicaciones a diferente entidades competentes en el tema, para que establezcan un diagnóstico previo de la realidad que viven los niños. Esperamos que a mediados de noviembre podamos recopilar la información necesaria e invitar a organizaciones como el INNFA, Programa del Muchacho Trabajador, organizaciones no gubernamentales, juntas parroquiales y otras involucradas en la temática, con el fin de establecer una agenda social cantonal, para erradicar el trabajo de niños y adolescentes en las calles de Portoviejo, añadió Briones. El programa PANITA, que ejercen el Programa del Muchacho Trabajador y el INNFA, actualmente ayuda alrededor de 600 niños de los diferentes sectores de la capital manabita. Causa Richard Moreira, coordinador del PMT, dijo que es lamentable la situación que viven los niños que por trabajar no estudian ni disfrutan su infancia. La pobreza es la causa fundamental para que los niños trabajen, las desuniones y la ausencia de responsabilidad de los padres contribuyen a aumentar este problema social, indicó José Mora, promotor social del INNFA. Mora dijo, además, que los niños están en constante peligro en la calles, exponiéndose a maltratos físicos y sicológicos.