Bush confirmó sin embargo que las principales políticas hacia la isla, el embargo y las restricciones a los viajes, seguirán en pie “hasta que haya un cambio”. El mensaje estuvo destinado a animar a los cubanos, y específicamente a los miembros del gobierno, a “dar forma a su propio destino”, y a la comunidad internacional a apoyarlos. Bush llamó a la comunidad internacional a crear un fondo internacional para lograr la libertad de Cuba, en un duro discurso en el Departamento de Estado y en presencia de los embajadores ante la OEA. El Presidente estadounidense prometió mantener el embargo que su país impone a Cuba desde 1962, mientras el Gobierno de la isla conserve su “monopolio” sobre el poder político y económico, asi mismo hizo un llamado a los legisladores estadounidenses “mostrar apoyo y solidaridad” para mantener el bloqueo “hasta que haya cambios profundos en la isla”. Este discurso se produce poco antes de que la Asamblea General de Naciones Unidas vote una resolución que condena el bloqueo económico estadounidense contra Cuba. El resto de medidas consiste en autorizar a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) el suministro de computadoras con acceso a Internet a la población cubana, y extender el programa de becas para jóvenes latinoamericanos expresamente a los cubanos. Todo ello siempre y cuando el gobierno cubano se abra y lo permita.