La banda hizo su primera presentación con motivo de las fiestas de parroquialización de Charapotó, “luego de un trabajo arduo, que está dando los resultados”, indicó el profesor Valencia. La consolidación de la banda fue posible gracias a la iniciativa de la Casa de la Cultura local, la Municipalidad de Sucre y el aporte ciudadano. Los integrantes de la banda aprendieron lecto-escritura musical durante casi tres meses, y durante otros cuatro participaron en la fase de instrumentación. “Se han metido de lleno, se han encariñado; y cuando a un niño o a una niña le gusta la música y se somete a esta disciplina, adquiere mayor rendimiento académico. Estos niños y niñas, por asistir a las clases de instrumentos, se vuelven más responsables con sus tareas de escuela, hacen rendir más el tiempo”, dijo. Según el profesor de música, incluso, algunos padres compraron los instrumentos; mientras que la Casa de la Cultura adquirió la mayoría. A futuro se proyecta la creación de una orquesta sinfónica y se prevé que en Charapotó exista una Escuela de Formación Musical, anunció Valencia. La diferencia entre banda sinfónica y orquesta sinfónica es que esta última utiliza instrumentos de cuerda (violines, violas y violonchelos). Bertha García Cevallos, presidenta de la extensión de la Casa de la Cultura de Charapotó, manifestó que se ha cumplido el anhelo de tener una banda sinfónica. Resalta para ello el aporte de la municipalidad y de las donaciones que han permitido conformar la banda. “Los padres están felices que sus hijos hayan aprendido música. Además, en Charapotó hay madera de músicos”, acotó.