Bastidas regresaba del sitio La Cantera de la parroquia Colón, de Portoviejo, de comprar unas piñas para hacer el jugo que vendería hoy en la gallera. Los familiares narraron lo dicho por los testigos. “Mi esposo se iba a subir a la bicicleta al filo de la carretera cuando la camioneta ploma, en la que se movilizaba un señor de pelo canoso, lo embistió por atrás, lanzándolo fuerte sobre el pavimento”, dijo Carmen Intriago. Los testigos del hecho rápidamente lo trasladaron hasta el hospital de Portoviejo donde llegó aún con signos vitales. “Él me dijo mi amor, me duele la pierna mucho. No me dejes morir sácame de aquí” expresó la esposa con lagrimas en los ojos. Uno de los hijos continuó el dialogo, acotando que producto de la caída se le había producido una hemorragia interna que le provocó un fulminante paro cardiáco. Mencionaron además que a las 07h00, frente al domicilio del ahora occiso (ubicado frente al parque central de Colón), “pasó una camioneta con las mismas características a gran velocidad”. Cinco minutos más tarde llegó la noticia “que papá estaba tirado en el piso”, dijo uno de los hijos. Carlos Ramón Bastidas Plua se dedicaba a la zapatería, tenía 51 años de vida.