La despreocupación por parte del Gobierno para atender el sistema de rehabilitación social del país ha producido todos los acontecimientos trágicos y entristecedores por los cuales pasamos. Para nadie es un secreto que en los inicios del actual régimen morenista se redujo al 50% el presupuesto económico que iba destinado a los centros penitenciarios. Incluso, hasta se abolió la preparación instructiva de la que gozaban los guías penitenciarios en el anterior gobierno.

¿Dónde están los programas y proyectos, en favor de la rehabilitación del hombre que está internado allí? Ellos, los reclusos, tienen derecho a rehabilitarse en un sistema carcelario que sea educativo, formativo y de servicio; mediante el cual y a posteriori, se asegure una correcta reinserción en la sociedad. 

Los sistemas de claustros que viven son producto de un hacinamiento tal, que los hace vivir en un lugar donde hay perversión, desacierto, la higiene no existe, no hay control ni de tipo alimenticio ni de atención al recluso (el cual debería de estar en mejores condiciones).

El hombre que cae allí debe ser objeto de estudio, ¿Cuántos inocentes hay? Pues yo conozco a uno juzgado con código derogado y que lleva años preso, pero ese es otro tema. No existe el derecho constitucional al buen vivir, o sumak kawsay. 

Por lo tanto, el sistema carcelario que ha sido manejado por el actual gobierno es obsoleto; permitiéndose amotinamientos, asesinatos, presencia de armas (que nadie sabe cómo logran ingresar), y racismo. Unos cuantos reclusos gozan de privilegios. El manejo de la territorialidad interna de una cárcel emana de ciertos individuos que gozan de poder dentro y que al mismo tiempo extorsionan a los demás o más débiles.

Ecuador, en el anterior gobierno que duró diez años, era conocido por ser el ejemplo de toda la región Latinoamericana, ya sea por su economía, infraestructura, educación, salud, fuentes de trabajo, viabilidad, seguridad, etc. Pero hoy es conocido a nivel mundial por unos vídeos de asesinatos en las cárceles.