El objetivo a lograr al parecer se concretaba a un solo punto en la mira: ir con todo contra el candidato del correato, a quien por separado veían muy difícil enfrentarlo.

Los resultados lo confirmaron. La dispersión de fuerzas en las otras dignidades trajo consigo la confusión de sus seguidores y el fraccionamiento en la votación. Aquello de ser, a la vez, socios y contrincantes resultó una magra estrategia partidista que debe mantener muy preocupados a los dirigentes de las tiendas políticas mencionadas.

Y cómo no estarlo, si la fuerza electoral de su principal contrincante logró superarlos muy cómodamente, inclusive en su mismo bastión electoral como es Guayas, al igual que en otras provincias del país en las que la coalición no funcionó, como es el caso de Manabí, donde la fórmula del correísmo volviera a triunfar y con la más alta votación en el país. A ello hay que adicionarle el resurgimiento de partidos como Pachakutik e Izquierda Democrática, cambiando el tablero político nacional al convertirse el primero en la segunda bancada legislativa, sobre el PSC; y el segundo en la cuarta, sobre CREO, según los resultados dados por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Ahora, una vez que el CNE ha proclamado oficialmente que el candidato de la coalición CREO-PSC porcentualmente supera con pocas décimas al de Pachakutik, y que será quien pase a la segunda vuelta, para Lasso el camino a Carondelet le será una cuesta mucho más pronunciada que la primera.

Las diferencias entre los candidatos Yaku Pérez y Guillermo Lasso, disparadas luego del acuerdo al que llegaran con miembros del CNE para abrir urnas en varias provincias, han complicado más el panorama nacional.

Yaku ya había negando su apoyo a Lasso, de  pasar este a la segunda vuelta, agravándole la situación en la próxima contienda electoral. Y se espera la reacción de Pachakutik sobre el pronunciamiento del CNE cuando el  indigenado marcha a Quito a respaldar a su líder. Todo bajo la atenta y cómoda mirada del candidato Arauz, quien, seguro de su triunfo, celebra citas y encuentros en el exterior con organismos internacionales, difundiendo políticas de lo que será su gobierno.