Al respecto, al igual que para todas las carreteras que están en la costa, es indispensable que se tenga conocimiento de los diferentes suelos que existen a poca distancia y profundidad. 

Durante muchos siglos, el mar se ha introducido en la costa y en otras ocasiones se ha alejado, lo que ha permitido el transporte de diferentes sedimentos, como arcilla, arcilla expansiva, limo, etc. sobre la playa. Esto se ha repetido en muchas veces, pero no se ha detectado por falta de estudio del suelo.  Además, es necesario conocer el nivel freático del suelo, lugares donde han existido ríos y esteros que están ocultos, taludes que deben ser estables y cuando están en la playa debe construirse muros con diseño de profesionales.

En el caso de la carretera Portoviejo-Manta, cuando yo fui Subsecretario del MOP en Manabí, tuve la autorización para colocar una carpeta asfáltica de 2 pulgadas, en 11 carreteras incluyendo la Portoviejo-Manta. Pero yo decidí no colocar la carpeta asfáltica en el tramo Portoviejo-Río de Oro porque tenía muchas deficiencias técnicas, desde el nivel de la carretera que era muy bajo, con relación al nivel freático del suelo, lo que había afectado a la carretera y que no podía ser solucionado con colocar una nueva carpeta asfáltica. En cambio, solicité al Ministro del MOP que contratara los estudios para la reconstrucción del tramo Portoviejo-Río de Oro con criterio técnico. Felizmente fue aprobado y después de varios años fue reconstruido y entregado el tramo en referencia.

En el caso de la intervención de la vía Portoviejo-Manta, se deberá considerar 2 tramos, Portoviejo-Río de Oro y Río de Oro-Manta. En el primer tramo se deberá confirmar que se encuentra en buen estado, pero para el segundo tramo, Río de Oro-Manta, se deberá realizar análisis de suelo profundos y a corta distancia, especialmente donde existen fisuras, hundimientos y posibles cauces ocultos. 

Es necesario considerar que con el aumento de temperatura de la Tierra habrá más lluvias y con mayor intensidad, podrán reaparecer esteros y ríos, como ocurrió con el del río Sancán, en Jipijapa, durante el fenómeno El Niño.