Un enjambre sísmico ha vuelto a despertar los temores, pero también muestra que nunca se preparó a la población lo suficiente y, si se lo hizo, no se le dio seguimiento.

Los municipios parecen haber descuidado las exigencias para la construcción. Los simulacros se hacen cada vez con menos frecuencia y los consejos de prevención son asunto del pasado.

Por su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, Ecuador es uno de los países con alto riesgo de terremotos y erupciones volcánicas. De hecho, a diario se registran sismos de intensidad leve a mediana, de los cuales la mayoría no llega a percibirse.

El riesgo de volver a sufrir los efectos de un terremoto está latente y debe ser tomado como una preocupación seria, tanto por parte de la población como de las autoridades.

Hace falta una cultura de prevención, impulsada desde las instituciones, para que la ciudadanía tenga en cuenta las medidas que deben aplicarse, en caso de emergencia, para salvar la vida y, en lo posible, los bienes.