Actualizado hace: 937 días 4 horas 2 minutos
La hora de Manabí
La hora de Manabí
Por: Walter Andrade
[email protected]

Lunes 11 Enero 2021 | 09:14

 Es, como en todas las elecciones anteriores, “la Hora de Manabí”.  La frase que luce llena de contenido,  suena  a  obras futuras,  a defensa de Manabí y sus instituciones, los políticos con el paso del tiempo la han  transformado  en la humilde parte de un ritual  a utilizarse  cada vez que un candidato peregrina por la provincia.

Anteriormente la recitaban  en cada discurso, de barricada o no,  con el solo deseo de llenar de esperanzas a los electores de una provincia angustiada por mil necesidades. Y no tenían el menor empacho en repetirla una y otra vez, porque se sorprendían del estado en que encontraban a la provincia y de la cara de desesperación de la gente.  
Entonces “la Hora de Manabí”, tal como se ha oído en el pasado,  nunca llegó porque solo fueron tres palabras que las unieron para dar forma a  una frase que devino en una herramienta que los políticos utilizaron - aún lo hacen - para abrirse paso por la provincia, ganar votos y nada más. No significó un compromiso y menos aún una obligación con nosotros.  De modo que la realización de lo importante para la provincia, de aquello que podría representar un cambio que nos llevara a días mejores, no ocurrió - si es que ocurrió - a su debido tiempo y por eso marchamos lentos. Aquí subyace la razón primigenia de nuestro atraso.  
¿Qué hubiese pasado, por ejemplo, si el Gobierno Central hubiese decidido construir  un aeropuerto internacional hace 15 años? ¿Se imaginan cómo se habría desarrollado la inversión en  turismo y cuánto empleo habría creado dicha actividad? ¿O si los hospitales estuvieran terminados y equipados?   Ya seríamos un centro médico nacional de primer nivel o al menos atraería la atención del país. La razón entonces cae por su propio peso: el político viene, nos promete “el oro y el moro” y a la hora de decidir dónde invertir los fondos públicos, simplemente piensa en sus  prioridades y esas no están en Manabí.  
Pero aún en el supuesto caso que los políticos sí quisieran hacer algo por la provincia, no sabrían qué hacer. Ellos no sienten, no viven, no conocen ni creen en nuestras verdaderas  necesidades, pero sí las de sus lugares de origen y zonas circundantes. Y para ellos,  invertir allá es su prioridad. Lo prueba la historia. Sin embargo, se puede cambiar. Manabí, después de más de un siglo,  tiene a uno de sus hijos como  candidato a la  Presidencia.  Ahora sí, entonces, podemos decir,  con seguridad, que llegó “la Hora de Manabí”, la verdadera.
 
Walter O. Andrade Castro
  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Recomendadas para ti:

Más noticias