El asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias “JL”, fue planificado en México y coordinado en Colombia. 

Pero los últimos detalles de la muerte se planearon en Manta y Quevedo. Así lo revela un chat al que la Fiscalía de Manta tuvo acceso.

A través de mensajes de WhatsApp se escuchan notas de voz pidiendo fotos de Jorge Luis y coordinando la ubicación de los lugares que frecuentaba.

También piden videos actuales del rostro de “JL”, y además se coordina la llegada de un colombiano a Manta, informó el fiscal Paco Delgado.

Ese hombre llegó a la terminal terrestre, y tras su arribo le dieron varias indicaciones para que salga hacia un punto específico donde iban a recogerlo, agregó el fiscal.

Se presume que ese hombre, con acento colombiano en el audio, sería el sicario que acabó con la vida de Jorge Luis, con ocho disparos, dentro de la cafetería El Español, en el centro comercial Mall del Pacífico, dijo Delgado.

El chat fue descubierto en uno de los celulares que le incautaron a Nelson Natalio Rosado Pinta, acusado por la Policía de participar en el crimen en calidad de coautor.

La Fiscalía sospecha que él habría sido el campanero del sicario, aunque también se maneja la teoría de que estuvo a cargo de la transportación y la logística que se debía necesitar antes del crimen.

En el celular del detenido también descubrieron que existen varias llamadas de un número que proviene de México. Por eso la Fiscalía presume que el crimen de “JL” fue planificado en ese país.

Jorge Luis Zambrano tenía 38 años de edad, y fue asesinado por un sicario cuando tomaba una taza de café. El crimen ocurrió cuando acudió con su familia, en su camioneta Ford-150, al Mall del Pacífico a hacer compras por fin de año. Entró al centro comercial resguardado por tres guardaespaldas que viajaban en otro vehículo con vidrios blindados.

Su muerte se produjo cuando dos escoltas estaban con su esposa y él permanecía dentro de la cafetería acompañado por el tercer guardaespaldas.

El criminal le descargó ocho disparos con una pistola semiautomática en la cabeza, pierna, pulmón y corazón. “JL” murió al cumplir 20 años de haber sido señalado, en reiteradas ocasiones, por la Policía y autoridades del Gobierno como el máximo líder de la banda “Los Choneros”, una organización vinculada al narcotráfico, secuestro, extorsión y sicariato.