Y es que la falta de un bien público de esta naturaleza, que por derecho debe existir en cualquier rincón de nuestro país, genera desesperación e incertidumbre en la población, particularmente en  este cantón manabita, quienes han venido pidiendo a gritos que se cumpla con lo ofrecido. Pero el anhelo no solo se basa en que se firme el contrato ni se vuelva a colocar la “primera piedra”, como ya ocurrió anteriormente, sino que verdaderamente se pongan “manos a la obra” al 100% para culminar el objetivo y la ciudadanía recupere la tranquilidad al saber que ya cuentan con el lugar apropiado en el que puedan atender sus necesidades médicas.

La empresa responsable de la ejecución de este proyecto, la cual tengo el gusto de conocer por haberme permitido formar parte de ella en alguna ocasión, tiene la inmensa responsabilidad de llegar al corazón de quienes habitan en el cantón, entregándoles una obra que cumpla con todos los requerimientos que exigen las normas de construcción, con la única finalidad de que ella tenga una vida útil por muchos años. Pero sin olvidar que toda infraestructura por grande o pequeña que sea, para mantenerse siempre en óptimas condiciones, necesita de los respectivos mantenimientos en cada una de sus áreas, interiores y exteriores, competencia que ya corresponde a la Coordinación Zonal de Salud, bajo la mirada permanente del Ministerio de Salud Pública.

Finalmente, aplaudo la iniciativa de la Municipalidad, encabezada por su alcalde y sus concejales, al haber creado la ordenanza que estipula que mínimo el 70% de los trabajadores que serán contratados para esta construcción debe ser local, lo que estimulará la reactivación económica de Pedernales y sus sectores aledaños. Para esto, ya depende que cada uno de ellos, que con esfuerzo, sacrificio, dedicación, responsabilidad, disciplina y ganas de trabajar, sean merecedores de su plaza de trabajo de principio a fin, para que al culminar la obra tengan la satisfacción de haber aportado con su trabajo para el desarrollo de su cantón y la comodidad de sus setenta mil habitantes.