El escudo que hoy conocemos fue un diseño original de Pedro Pablo Traversari, pero previo a esa implementación hubo varios pertenecientes a territorios que hoy conforman Ecuador y cuando el país ya estaba constituido como República, explica el historiador Javier Zambrano.

Zambrano menciona que cada escudo usado a lo largo de la historia representa una realidad de la época. “Al igual que los demás símbolos patrios, el escudo nace como una necesidad de identidad propia, alejada del dominio español que por muchos años buscaron los criollos y nativos ecuatorianos”, detalla. 

Unidad. Aunque dentro del escudo ecuatoriano no se contempla un símbolo que represente a las islas Galápagos, Zambrano destaca que este emblema sí es un sinónimo de unidad nacional y aclara que, pese a que ya tenga muchos años vigente, podría variar con base en hechos históricos que marquen a Ecuador o si se decide incluir al territorio insular. 

Zambrano agrega que el escudo es básicamente el mismo desde 1845, “solo hemos visto cambios menores, primero en los colores de la bandera, pues hasta 1860 el escudo tenía los colores de Guayaquil, luego se determinó usar los colores de la bandera de la Gran Colombia, mientras que en 1900 hubo cambios en la forma del volcán, el color y tamaño del cóndor y los colores del buque”. 

Importancia.  Zambrano destaca que el escudo es símbolo de soberanía y por eso su día debe ser recordado con fervor cívico. “Muchos consideran que es solo un ‘adorno’ dentro de la bandera, pero el escudo es tan importante que se usa en documentos oficiales, embajadas o delegaciones gubernamentales de Ecuador en otras partes del mundo. No podemos dejar que las nuevas generaciones pierdan el amor por el escudo y los otros símbolos patrios, pues en ellos está grabada la historia de nuestro país, y todos los cambios que ha tenido son también cambios que nuestra propia nación ha vivido”, expresa.