Guayaquil dio inicio el 9 de Octubre de 1820, con efecto expansivo de la lucha que se fortaleció con la adhesión valiente y decidida de los hermanos manabita. Este hecho histórico indudablemente no puede pasar desapercibido, ¿verdad? De ninguna manera.

El GAD Municipal del cantón Jipijapa, el Gobierno Provincial de Manabí, la sociedad civil y el Gobierno Nacional deben tener una agenda especial en homenaje al bicentenario de nuestra independencia cantonal, y que sea una verdadera conmemoración.

Deben unirse representantes de instituciones culturales, educativas, sociales y ciudadanía en general para una importante celebración virtual que recuerda una gesta de gloria grande y nombre eterno. 

Los ecuatorianos tenemos una deuda con los próceres de aquella gesta libertaria, por lo que el bicentenario, sin lugar a dudas, será de gran magnitud. Debemos entregar nuestro aporte permanente a la historia y la cultura desde el ámbito de sus propias tareas.

Sobre la conmemoración, quizás usted se pregunte: ¿por qué no se le rinde homenaje a nuestra ciudad con la inauguración de alguna obra emblemática? 

Como lo señalo, no se trata de un día cualquiera, por ilustre que haya sido, sino de una gesta cuyo logro se ha extendido por dos siglos y continúa a nuestro favor, llena de valor y heroísmo. Nuestra historia cantonal ocupó una de las páginas más importantes del acontecer nacional de la época y quedó escrita entre los grandes logros de la independencia de nuestro territorio.

Querido amigo, sea usted ente multiplicador para conmemorar el glorioso bicentenario. La libertad lograda merece su reconocimiento. Conmemoramos dos siglos desde el día en que los jipijapenses, manabitas y ecuatorianos nos adherimos a una gesta indeleble, la de la autonomía de lo que hoy es nuestro territorio patrio.

Hago un llamado para todos a que nos sintamos inspirados por la historia y nos motivemos a mantener en alto la llama de nuestra libertad, la que encendieron los próceres de tan grandioso día.

Además, tenemos una oportunidad para conocer más de nuestra historia. Que el bicentenario de la independencia sea lleno de civismo, pese a las consecuencias que tenemos por la presencia del COVID-19.