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Seúl demandará a un reverendo al que acusa de provocar un gran brote de COVID en Corea del Sur

Viernes 18 Septiembre 2020 | 15:48

La ciudad de Seúl anunció hoy que presentará una demanda exigiendo 4.600 millones de wones (3,9 millones de dólares) a Jun Kwang-hoon, líder de la iglesia del Amor Máximo, epicentro del segundo mayor brote de COVID-19 que ha sufrido Corea del Sur.

Jun fue una de las figuras que lideró las protestas multitudinarias (las manifestaciones en sí originaron el tercer mayor brote del país) contra el Ejecutivo central en Seúl el pasado 15 de agosto, pese a que el Gobierno metropolitano de la capital surcoreana había prohibido concentraciones.
El pastor presbiteriano -que acabaría contagiándose- decidió seguir adelante con los actos, a pesar de que días antes de las manifestaciones varios miembros de su iglesia ya dieron positivo por COVID-19.
La ciudad considera también que Jun dificultó las labores de los rastreadores al facilitar documentación falsa sobre los miembros de su iglesia.
El brote ligado a su iglesia suma más de 1.100 contagios y las manifestaciones casi 600.
"Limitando los daños tan solo a los casos reportados en Seúl, los que ha sufrido el Gobierno de la ciudad, la agencia de transporte, las oficinas de distrito o el servicio público de salud se estiman en 13.100 millones de wones (9,5 millones de euros/11,2 millones de dólares)", reza el comunicado publicado hoy por el ayuntamiento.
El portavoz municipal, Hwang In-sik, dijo hoy en rueda de prensa que esos son solo "la parte tangible de las pérdidas".
"Las dificultades que encararon los ciudadanos debido al endurecimiento del distanciamiento social (activado tras la detección del brote) y su impacto en la economía nacional son tan masivas que ni siquiera pueden contabilizarse", dijo Hwang en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
El endurecimiento del distanciamiento social, que recién se relajó esta semana, obligó a cerrar a establecimientos considerados de alto riesgo, como internet cafés, karaokes o discotecas, y en la región de Seúl, donde vive la mitad del país, obligó a bares, cafés y restaurantes a no aceptar clientes después de las 21.00 horas.
Los abogados que representan a la iglesia niegan la acusación y exigen al Gobierno central, al que acusan de no proteger a la ciudadanía, que demande a China por mentir sobre la pandemia.
Tras las manifestaciones, los casos en Seúl y el resto del país se dispararon hasta alcanzar los 441 en un solo día a final de agosto.
El distanciamiento han contribuido a reducir el contagio y Corea del Sur lleva ya más de dos semanas sumando menos de 200 nuevos contagios diarios. EFE
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