A simple vista somos, sin duda, un país muy democrático, aunque si se mira con ojos críticos, esto más que democracia es una burla.

Para muchos somos la burla. Un país con 17 millones de habitantes con 16 precandidatos no se repite en ninguna parte.

Con esos 16 candidatos a la Presidencia incluso rompemos nuestro propio récord, establecido en las elecciones del 2006 cuando hubo trece candidatos.

Muchos de estos candidatos son simples bufones y egocéntricos.

En las entrevistas algunos de estos políticos se atreven a decir que van a ganar, cuando nadie los conoce.

El Código de la Democracia está promoviendo e incentivando este tipo de “récords” vergonzosos de candidatos.

Los políticos en Ecuador han demostrado que buscan sólo intereses propios. No le importamos los ciudadanos y menos un proyecto político serio en beneficio del país.