La gran cantidad de candidatos a las próximas elecciones tiene motivaciones vergonzosas. La principal: conseguir parte del dinero que el Consejo Nacional Electoral (CNE) asigna a cada candidato para promoción electoral.
Cómo es posible que candidatos que no obtienen ni el 5 por ciento de la votación sigan participando en cada elección. Y aparte, creyéndonos idiotas, en cada campaña se autodeclaren como los que lideran las encuestas. Otros van motivados por sus sueños de alfombra.
Buscan dividir el electorado para favorecer a otras candidaturas.
Alguien con tres dedos de frente no se deja engañar por estos sinvergüenzas politiqueros, que buscan beneficios personales. El Consejo Nacional Electoral es el único culpable por no establecer nuevas reglas. Se debe aprobar que los candidatos que logren menos de 10 por ciento de la votación deben devolver el dinero de la promoción electoral. Esa es la vacuna para tanto parásito disfrazado de líder.