Además, le aplicará una sanción que puede ir de medio salario básico a dos salarios:  200 a 800 dólares.

Este método  fue aprobado por concejo municipal la semana anterior mediante una ordenanza. 

Allí se establecen varias  reglas para combatir el problema que generan los terrenos baldíos, sucios y sin cerramiento.

María Beatriz Santos, concejal, manifestó  que la norma tiene tres objetivos: evitar la proliferación de enfermedades, cuidar la imagen y el ornato de la ciudad, y además brinda las herramientas para que  las direcciones de control puedan trabajar.

“Antes, cuando recibíamos quejas de terrenos baldíos, teníamos que esperar la buena voluntad del dueño del terreno para que limpie, nosotros no podíamos intervenir porque es  un predio privado, pero ahora todo cambio”, expresó.  

La ordenanza les permite  entrar a un predio privado, limpiarlo y generar una multa. Antes de esto se les da alternativas. 

Primero llamarán al dueño para que limpie el terreno. Si no lo limpia, el municipio procede hacerlo y pasarle la factura del trabajo realizado.  A esto se suma la sanción. 

Uno de los principales problemas que generan los terrenos baldíos es que en ocasiones los vecinos le prenden fuego a la maleza y esto causa conatos de incendio. 

>Responsabilidad. Héctor Bowen, director de Higiene, manifestó que la norma trata de establecer responsabilidad en cada uno de los dueños de terrenos para que los mantengan en buen estado. 

Con esto se evitará que sean guarida de delincuentes  y  puntos de drogadicción. Las sanciones van más allá. 

También se multará a quienes arrojen basura en predios públicos o privados. 

La dirección de Higiene cada mes recibe más de 50 denuncias por terrenos baldíos. En Manta hay 37 mil terrenos que se encuentran en ese estado.