He perdido amigos con esta enfermedad, y varios amigos han perdido familiares cercanos. Tenemos una lucha con muchas desventajas, como la carencia de insumos médicos y de profesionales de la salud con especialidades específicas para tratar a un paciente con diversos síntomas. 

Ecuador se encuentra sin soporte económico por el deterioro de la economía que nos permita enfrentar esta pandemia. Estamos en manos de Dios y de la misericordia de los grandes organismos crediticios internacionales, pero antes de esta situación ya Ecuador atravesaba momentos difíciles, en los que los sacrificados fueron funcionarios “públicos” entre ellos varios médicos especialistas a los que inexplicablemente despidieron con el pretexto de reducir el número de personal. 

Nos pidieron sacrificio y comprensión. Y ahora se nos pretende disminuir los sueldos de los funcionarios, aumentando más nuestras preocupaciones y ansiedades sobre lo que va a ocasionar la disminución de la economía de un gran número de trabajadores. 

En nuestro país existe la carencia de trabajo desde hace mucho tiempo, como el de la construcción. Los profesionales arquitectos e ingenieros nos encontramos en semáforo en rojo por falta de obras, y las pocas que se realizan las obtienen empresas con residencia en otras ciudades. Así es como se ejecutan los proyectos, dejándonos sin oportunidades. 

Con mucho pesar he visto la ausencia del Colegio de Arquitectos del Ecuador, pese a que es conocida la situación de los profesionales que se encuentran en cuarentena; es decir, sin trabajo y en su casa desde hace rato. 

Ecuador necesita un cambio, y ese cambio tiene que ser ahora. Nuestros mandatarios ojalá rectifiquen y encuentren otra alternativa como pedir la ayuda a la banca, empresas multilaterales, telefonía celular, entre otras, y no golpear más la economía de los trabajadores ecuatorianos.