Este miércoles 10 de junio, Manta amaneció con semáforo amarillo, abriendo espacio a la reactivación económica. Sin embargo, desde el sector turístico, esta modificación no es tan alentadora porque no incluye la apertura del principal atractivo de esta urbe porteña: la playa.
REALIDAD. En las calles céntricas comenzó a verse movimiento desde muy temprano en la mañana. En el Municipio, los empleados hicieron fila para poder ingresar, a la vez que eran dotados con mascarillas y gafas de protección. Además, en los exteriores del edificio fueron ubicadas carpas y sillas, para que los usuarios estén más cómodos mientras esperarn su turno para ingresar y realizar sus trámites.
En la zona contenerizada del Nuevo Tarqui, la afluencia de personas es muy poca, en comparación con las jornadas antes de la pandemia del coronavirus Covid-19. Allí las calles son solo peatonales y algunos comercios ya abrieron sus puertas.