"No podemos quedarnos confinados para siempre, debemos hacer una transición", afirmó el ministro de Exteriores, Dominic Raab, que recalcó que la retirada de medidas de aislamiento para combatir el coronavirus se va a hacer de forma "gradual" y "muy cuidadosa".

Raab admitió en una entrevista con la cadena pública BBC, que el nivel de "alerta" en la escala creada por el Gobierno todavía no ha bajado del cuarto escalón, que según la descripción del Ejecutivo significa que "la transmisión (del virus) es alta".

Este domingo, el Ministerio de Salud comunicó 113 nuevas muertes por COVID-19 en el conjunto del Reino Unido, hasta un total de 38.489 fallecidos desde que comenzó la pandemia, así como la detección de 1.936 contagios.

El ministro de Comunidades, Robert Jenrick, aseguró en una rueda de prensa que "la transmisión (del virus) en la comunidad se ha reducido significativamente".

Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que cuentan con competencias para marcar su propio ritmo en la desescalada, se han desmarcado de la hoja de ruta establecida por el primer ministro británico, Boris Johnson, y no reabrirán escuelas por ahora, aunque sí relajarán medidas de distancia social esta semana.

Preguntado sobre la opinión de los asesores científicos del Gobierno que han expresado en las últimas horas dudas sobre la velocidad a la que está planeada la desescalada, Raab dijo que considera natural que algunos expertos mantengan discrepancias. "No podemos esperar que todos ellos estén de acuerdo ante una nueva pandemia", argumentó el ministro.

Una de las voces que ha demandado prudencia es Peter Openshow, miembro del Grupo Asesor sobre Virus Respiratorios Emergentes del Ejecutivo británico.

"Comparto con virtualmente todos mis colegas científicos una profunda preocupación. Debemos ir con una enorme cautela. En este momento, todavía tenemos una gran cantidad de casos en la comunidad y creo que desconfinar demasiado rápido supone un grave riesgo", afirmó.

La experta en salud pública Devi Sridhar, miembro del grupo asesor científico del Gobierno autónomo escocés, afirmó por su parte que ve "inevitable" un repunte de casos al relajar las medidas de distancia social.

La profesora de la Universidad de Edimburgo cree que el nivel de transmisión del virus en el Reino Unido todavía no permite que el sistema de detección y control de cadenas de contagio sea efectivo.

Para ello, "la transmisión en la comunidad tiene que haber sido eliminada y quedar solo núcleos de casos que pueden aparecer y se manejan como si fueran focos de un incendio a extinguir", afirmó.

El profesor de medicina Jeremy Farrar, miembro del Grupo Asesor Científico para Emergencias del Gobierno británico (SAGE, en inglés), afirmó por su parte el sábado que "el COVID-19 se está extendiendo demasiado rápido como para levantar el confinamiento en Inglaterra".

"En este momento, con una incidencia relativamente alta, al relajar las medidas cuando el sistema de detección (de contagios) todavía no ha demostrado eficacia, estamos corriendo algunos riesgos", apuntó por su parte John Edmunds, experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, también miembro del SAGE.

En Inglaterra, los alumnos de parvularios y de tres cursos de educación primaria regresarán este lunes a clase. El Gobierno ha establecido que no se sobrepasará un límite de 15 niños por aula y se adoptarán medidas especiales de higiene y distancia social.

Se podrán asimismo celebrar reuniones de hasta seis personas que no vivan en el mismo domicilio siempre que se lleven a cabo al aire libre y se mantenga una distancia interpersonal de dos metros.

Los negocios con espacios de exposición en el exterior, como mercados y tiendas de vehículos, pueden abrir desde este lunes, mientras que está previsto que el resto de comercios no esenciales retomen su actividad a partir del 15 de junio.

Cerca de 2,5 millones de personas especialmente vulnerables al coronavirus, a quienes se recomendaba hasta ahora permanecer aislados en sus domicilios, podrán volver a salir a la calle a partir de mañana en Inglaterra y Gales. EFE