La corrupción es otro virus pandémico que ha infectado y está incrustada en todas las instituciones públicas. Ningún político, administrador o médico puede dar con la cura para exterminarlo de raíz. Todavía en Ecuador no se ha descubierto su vacuna, pero algún día la encontraremos con profesionales honestos y políticos que quieran a su país y estén comprometido a curar este mal.

La corrupción puso la gota que derramó el vaso. Los ecuatorianos están molestos con este gobierno y ya no se soporta más. Es hora de tomar correcciones, señor Presidente, y de cambiar en lo posible a los administradores de los hospitales, observar más de cerca a los ministros y saber con quién se camina, para que no le hagan quedar mal. Usted debería quedarse hasta que termine su período presidencial, pero esto lo consigue cogiendo nuevamente la rienda del país y no entregar el poder a los mismos de siempre que son los que han atracado haciendo festín el dinero del Estado. Usted debería asumir la administración del país por los próximos 12 meses, pero tiene que hacerlo con valentía y decisión, y si no está apto para continuar, debería dar un paso al costado.

Usted ha dicho que quien le roba al país en tiempo de crisis sanitaria es un miserable. Lamentablemente, déjeme decirle que usted está rodeado de esos miserables, que deben estar presos para investigaciones, así como lo hacen con los presuntos delincuentes, 90 días para investigación por acción y omisión, y se sepa la verdad.