La situación actual le ha quitado un derecho fundamental a la humanidad: la libertad, facultad para obrar con independencia relativa pues una absoluta se ve impedida por las normas de convivencia social. Esa ha sido la medida adoptada por los gobiernos para hacer frente a la pandemia ¿Hasta qué punto el encierro ha sido efectivo? Indican ciertos expertos que es la única manera de evitar la saturación de hospitales y la propagación del virus a escalas imposibles; pero será después de algún tiempo que se conozca a ciencia cierta si fue efectivo adoptar una medida tan drástica.

El ministro Roldán, en la entrevista con CNN, indicó que el Ecuador fue el segundo país de América Latina en ordenar la cuarentena ¿Aquello dio resultado? ¿No figura nuestro país como uno de los más afectados a nivel mundial? Se tendrán que analizar con lupa, mientras tanto se empieza a convivir, además, con las secuelas del encierro: trastornos mentales, depresión, aumento de violencia intrafamiliar, femicidios, suicidios; en abril el ECU911 recibió más de 6.000 llamadas por violencia de género y los medios de comunicación informaron de personas que se quitaron la vida por no poder trabajar.  Dicen los médicos que el virus afecta más en inmunodeficiencia y conocemos que el sistema inmune se deprime por el estrés y se fortalece con alimentación adecuada y sol, ¿será que el desempleo, la falta de dinero e inmovilidad producen más estrés? La enfermedad en la cura. Al primero de mayo el número de desempleados en Ecuador sobrepasaba las 50.000 personas, número que ha crecido en estos días, mientras que los infectados del virus son alrededor de 33.000; la crisis económica supera al COVID-19 y el encierro en lugar de resguardar está haciendo lo contrario: aumentando la pobreza y dejando en “intemperie” a cientos de miles de familias. Hay gente que pide más encierro y semáforo rojo, los grupos vulnerables con razón; también están los que requieren más libertad para hacer uso de ésta de manera responsable. La libertad es un principio humano y violarlo, de la manera como se ha hecho, ha gozado de la aprobación de unos cuantos escudados en la OMS -que indica Alex Azar, ocultó información- o en lo que dicen ciertos epidemiólogos; también hay que ver el otro lado y considerar a científicos que avalan la movilidad con distanciamiento social y la autoprotección en libertad. Las paradojas de la vida, se pide liberar a los presos de las cárceles para que se protejan en independencia y a la vez se aplaude el encierro ciudadano, alentando el rol de policía. Apoyar más restricción, a los ya casi setenta días de encierro, es inmoral.