Esta es la historia de Manuela Dalva Pilay habitante de la ciudadela El Florón de Portoviejo, aunque ella es nativa del cantón 24 de Mayo. 

Una de sus hijas contó que se enteró que su progenitora había "fallecido" cuando se acercó a una casa de salud a retirar unos medicamentos.

La persona que despacha le dijo que no podía entregarle las medicinas porque la beneficiaria (mamá) estaba muerta, o así lo reflejaba el sistema informático de la institución. 

Para la hija fue sorpresa, aunque ella estaba segura que su progenitora estaba viva, porque recién la había dejado en la casa que está ubicada a dos cuadras del subcentro.

Los datos de la cédula fueron ingresados una y otra vez para verificar la información y efectivamente Manuela consta en el Registro Civil como fallecida.

Sus familiares tuvieron acceso a la partida de defunción de la mujer, la cual fue inscrita el 11 de Abril de este año en la provincia de Santa Elena.

Por supuesto la partida de defunción tiene nombre de responsabilidad de quien la inscribió, pero no es de nadie conocido para la familia de Manuela, aunque lleva el mismo apellido de ella, Pilay.

Pese a sus allegados han tratado de comunicarse con la institución para que le den explicaciones y solucionen, esto no ha sido posible. 

Ahora la mujer no puede obtener sus beneficios como medicinas y bono de desarrollo humano porque para el estado ella ya tiene cerca de un mes sepultada.

El hecho se dio en medio de la emergencia sanitaria por el coronavirus, donde los casos en el Guayas se dispararon. 

Pilay sería la tercera persona que "resucitada" en el Ecuador