Actualizado hace: 931 días 4 minutos
Jorge Oswaldo Solórzano Vallejo
La luz al final del túnel

La humanidad ha tenido que afrontar a lo largo de su historia algunas pandemias.

Sábado 25 Abril 2020 | 04:00

En 1918 tuvimos una que, se estima, pudo matar entre 50 y 100 millones de personas; en 1957 tuvimos nuevamente otra pandemia, en este caso con un millón de muertes estimadas. En 1968 nos ataca otra pandemia, se estiman entre 1 y 4 millones de muertes. En 2009 nos ataca nuevamente, esta vez dejando más de 150.000 muertes… Muchos de nosotros ni nos enteramos o poco cuidado le pusimos. 

Hoy tenemos frente a nosotros un virus que no es tan mortal, pero sí con alto nivel de contagio y como no ha habido insumos ni equipos, en un momento se volvió incontrolable, ya contamos más de 185 mil decesos.
La solución de quedarnos en casa eternamente hasta que los riesgos del COVID desaparezcan y bajo el miedo de entender que el ser humano es mortal, es inadmisible. Enfrentamos a un virus que llegó para quedarse y cualquier medida que tomemos hoy es sólo para ganar tiempo, para prepararnos, pero no hará desaparecer el virus ni el problema.
En lo que ha corrido del año habían muerto más personas por hambre, por VIH, por cáncer por suicidios y hemos aprendido a vivir con esas plagas.
Se está gestando una bomba social en algunos barrios donde las personas ya no tienen dinero, ya no les están pagando salarios, no pueden salir a vender un mango o una paleta para comprar alimento a sus hijos. ¿Creen ustedes que esas personas se van a quedar de brazos cruzados aguantando hambre? 
No, señores. Ya lo empezamos a ver y esto sólo empeorará… la situación de orden público, los robos, los saqueos y las protestas serán el pan de cada día y empeorarán mientras mayor sea la cuarentena. Recuerden que la cuarentena no mata el virus, el virus seguirá ahí y no va a desaparecer. Por lo tanto, tarde o temprano tendremos que salir, enfrentarlo y muchos de nosotros enfermarnos para obtener inmunidad. 
Tenemos que aprender a vivir. No podemos estar en la casa tanto tiempo, tenemos que trabajar. Necesitamos un plan de contingencia, debemos saber cómo será nuestra vida cuando termine la cuarentena, la vacuna no existirá hasta después de 18 meses o más, y ahora cuando tendremos más exámenes, tendremos más contagiados. ¡Qué ironía! Hay personas que han estado en una burbuja y no han desarrollado anticuerpos, además hay portadores sanos.
El desempleo mata, perder la casa mata, la angustia de no saber qué hacer en un mundo que se frenó puede ser mortal. Los gobiernos y las personas están ignorando el panorama completo.
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