El Ejecutivo envió a la Asamblea su propuesta de Ley de Apoyo Humanitario para Combatir la Crisis Sanitaria, cuyo planteamiento no encaja a la luz de las posiciones ideológicas. Para la derecha hay mucha carga impositiva y planes de izquierda; para la izquierda, es parte de la política neoliberal.

En un año preelectoral y en un país con posiciones tan fragmentadas como Ecuador, cualquier proyecto de ley, venga de donde viniere, puede generar reacciones parecidas. El riesgo es que sufra un bloqueo político y que las empresas e instituciones tengan que seguir trabajando bajo el imperio de las leyes actuales, que no fueron concebidas para afrontar emergencias.

Por eso, es necesario el consenso entre Ejecutivo y Legislativo, para que surja un proyecto que marque la ruta del país para superar la crisis y, después, recuperarse de las pérdidas que, en todo sentido, está dejando esta imprevista situación.

No obstante, si las encontradas posiciones políticas llegaren a conducir al país hacia situaciones más radicales, es preferible a permanecer estancados, sin decisiones, enfrascados en confrontaciones estériles. En emergencia, es necesario definir un camino y emprenderlo; de lo contrario, el país se paralizará y eso puede ser más desastroso.