De allí que, con respecto al control de ingreso de personas que vienen de otros cantones y provincias, se hace muy difícil que se lleve una verificación exhaustiva, y eso que tenemos la suerte de contar con un alcalde como el ingeniero Agustín Casanova, quien quiere llevar un control  riguroso y apropiado como ya lo está haciendo, y quien, pese a su predisposición, que más que de alcalde la tiene de humano, está solicitando que la gente del Gobierno central asignada para Manabí coordine las acciones con él y su equipo con el fin de controlar este brote epidemiológico (al menos así lo escuché en una entrevista) y obviamente propender que esta emergencia sanitaria hoy reconocida mundialmente como pandemia, se la pueda controlar o, al menos, evitar que aquí se expanda o propague.

Todos nosotros conocemos al alcalde y sabemos que lo que se propone lo alcanza, de allí que lo que quiere como primer personero es determinar los sectores donde se han presentado casos de coronavirus, aislarlos y entrar con médicos, implementos y medicinas, que es lo que se necesita para esta contingencia.

Esta actitud valiente de frentear estos casos que incluso pudieran contagiarlo a él mismo y a su equipo de trabajo, es loable y humana; debe ser reconocida y deberíamos sumarnos en caso de ser necesario o, al menos, estar prestos a cualquier llamado.

Ojalá el Gobierno comprenda la posición del alcalde Casanova y la de muchos otros alcaldes en el país, que están preocupados con este virus, que quieren igualmente coordinar haciendo más efectiva y práctica su participación y no se les escape de las manos, como en otras ciudades, donde teniendo el dolor y la preocupación por el llamado coronavirus, haya delincuentes disfrazados de funcionarios, como en una de las dependencias del IESS y que felizmente han sido apresados.

Lo escuché, también, decir que el GAD de este cantón cuenta con recursos, aunque limitados para paliar en algo la inmensa necesidad producto de esta pandemia que preocupa al mundo entero.

Solo nos queda desearle a usted, señor alcalde, y a ese equipo valeroso que ha conformado. Suerte y que sepamos los portovejenses reconocer por siempre lo que están haciendo en esta lucha titánica contra esta tragedia, de la que con la ayuda de Dios saldremos adelante.  Confiamos en usted y le agradecemos imperecederamente.

La fe en Dios nos permite ver lo Invisible, creer lo Increíble y recibir lo Imposible.