Esta es una enfermedad nueva, es un virus que tiene unos pocos meses y fue descubierto en el mes de diciembre del 2019 con unas neumonías atípicas en la población china de Wuhan, se estaban muriendo y no sabían qué es lo que causaba la muerte y recién en enero logran aislar este virus y alertan a la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

De manera que aquí no hay aciertos y desaciertos, sino el enfrentar a un virus nuevo que tiene y enfrenta todo el planeta. Sin embargo, lo primero que se ha alertado y que se sabe por  evidencia científica es que funciona el aislamiento de las personas para poder evitar el contagio. 

Eso es lo que ha hecho el mundo, unos han sido disciplinados y otros que han apuntado que no pasaba nada, como Estados Unidos, España e Italia, que suman miles de muertos diarios. Nosotros, con una economía tan frágil y débiles sistemas sanitarios, debemos apostar a ultranzas por el aislamiento social.

Es impredecible. Nadie está en estos momentos con autoridad para decir que esto no va a pasar en Quito o que esto va a ser peor que otras ciudades hermanas porque no tenemos los implementos para registrar exactamente quién es el portador del virus. 

Se está dando cifras, pero ya el mismo Gobierno ha reconocido un subregistro. 

Es lógico pensar que hay personas que transitan libremente porque no presentan ni fiebre ni están en cama ni con dificultad respiratoria, entonces es impredecible lo que vaya a pasar.

El sistema sanitario desde hace unos 60 años no tiene programas de prevención, promoción y educación. Tenemos un sistema caótico desde que hice la rural. Es un sistema caduco con un modelo de gestión que no ha solucionado los problemas de salud tradicionales, peor una pandemia como esta. 

Ecuador tiene una asignación que está alrededor de 4%  del PIB que no es malo, pero si no empleamos en promoción, prevención, educación e infraestructura no habrá sistema sanitario que pueda responder a un país enfermo con diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso, colesterol alto y peor aún con esta tragedia sanitaria.

Cerrar los mercados y el transporte público. Evitar que dos personas se encuentren a menos de dos metros de distancia, peor 4, 8, 100 y mil personas.

Estamos en contacto directo con las autoridades gubernamentales, provinciales y salud. En esta crisis sanitaria lo que debemos tener es esa coordinación, no cabe en estos momentos los temas ideológicos y políticos si todos combatimos a un mismo enemigo.

El mundo entero será uno antes del coronavirus y uno después del coronavirus. 

Yo aspiro a que va a cambiar para bien, creo que el planeta también ha reaccionado de alguna manera frente a la crueldad con los animales, la contaminación, al excesivo consumismo y frente a todo el daño que le hacemos a la madre naturaleza. .

Si el Estado dice que han salido tienen que hacer un cerco epidemiológico.

Todo lo que la ciencia nos ha indicado. El quedarse en casa, la desinfección. 

Hemos importado 200 mil pruebas para hacer a los ciudadanos que nos llegarán los próximos días. Hemos implementado un hospital temporal con alrededor de 400 camas, estamos preparándonos.

Yo soy una persona que no es muy creyente en estadísticas y encuestas. Son instrumentos y fotografías de un día que pueden cambiar al otro día.