Esto fue justo ayer, un día antes del aniversario 18 de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
La imposición de sanciones se produjo después que el presidente estadounidense Donald Trump firmara una orden ejecutiva que sirve para “modernizar” los mecanismos para sanciones que fueron aprobados tras los atentados del 11S, cuando fallecieron cerca de 3.000 personas.
“Esta orden refuerza nuestra capacidad para usar potentes sanciones con el objetivo de atacar a los terroristas y sus partidarios y privarlos de su apoyo financiero, material y logístico en todo el mundo”, manifestó el mandatario en un comunicado.
CUENTAS. Como consecuencia de las sanciones, los 12 líderes verán congelados todos los bienes que pueda tener en EE.UU. y se le prohibirá hacer transacciones financieras con cualquier ciudadano estadounidense.
De esa forma, en teoría, esos sujetos tendrán grandes dificultades para acceder al sistema financiero internacional, basado en el dólar.
En 2001, un grupo terrorista de Al Qaeda estrelló dos aviones en el World Trade Center, el centro económico de EE.UU.