El alcalde de Portoviejo, Agustín Perfecto Elí Casanova Cedeño, al ser interrogado por César Vélez, reportero de El Diario, publicado el sábado 8 de junio del 2019, al requerir su opinión ante la indagación dispuesta por la fiscal general del Estado, Diana Salazar, responde con una pregunta: ¿Dónde está el perjuicio?
El redactor, sin entrar a polemizar, acertadamente ejerce el periodismo interpretativo y nos recuerda a los lectores el informe del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, que dictamina en su estudio entregado personalmente a la Fiscalía por el Dr. Julio César Trujillo, que con el presupuesto de 11’546.116 dólares, gastado en el parque Las Vegas, se pudieron edificar 578 casas para los damnificados.
Por lo tanto, ahí está uno de los perjuicios causados por el GAD de Portoviejo, por no saber priorizar los estudios y proyectos que necesita la capital manabita, para lograr su anhelada reactivación económica, como lo manifestamos desde la Comisión Nacional Anticorrupción capítulo de Manabí, denuncia oportuna que fue acogida por la Contraloría General del Estado, determinando indicios de responsabilidad penal y, por lo tanto, merecedor de la sanción administrativa de destitución.
La desviación de esos recursos, hecha de forma abusiva, inconsecuente, sin respetar el dolor del pueblo manabita, de los recursos destinados para la reconstrucción y reactivación económica de Manabí, tendrá que ser juzgada por los jueces, pues considero que posiblemente ya no solo existe el delito de concusión, de confirmarse estos dos informes, más la denuncia “Arroz Verde 2” , estamos presuntamente frente a un caso claro de peculado; y, ese delito es imprescriptible.
Aquí no se trata de apreciaciones subjetivas, lo objetivo es que en Manabí no vemos la reactivación económica. Ni los comerciantes instalados en Las Vegas la perciben, se quejan porque sus emprendimientos no son rentables. Falta aún por auditar el proceso de construcción de ese parque, que a “ojo de buen cubero”, algunos ingenieros civiles señalan que su costo es exagerado, y los agrónomos nos han expresado que no se respetó la flora y especies vegetales nativas de Portoviejo.
Jamás nos opondremos a la construcción de las obras. Pero hay que priorizar: primero son las viviendas, salud y los mercados. Hasta en esto al Alcalde “planificador” se le olvidó incluir en el megamercado, el área de mariscos que tiene un costo de aproximadamente 4 millones de dólares, sin contar su equipamiento. Es posible que no lo entreguen para su funcionamiento total en octubre, probablemente sea en el 2022.
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