Tapes. El primero se construyó en una propiedad privada en la zona de la comunidad La Fortuna, que cubre una extensión de unas 29 hectáreas y que también beneficia a unas nueve familias de Nuevo Briceño, que cuentan con una extensión de 32 hectáreas de sembríos.   

Juan Nieto Véliz, técnico municipal, informó que se cumplió con la disposición de la alcaldesa Rossana Cevallos, de acuerdo al pedido de moradores de estas comunidades que se dedican a la siembra de hortalizas, gramíneas y frutas como papaya, tomate, plátano, pepino, y otros productos agrícolas.

El segundo tape se construye en la propiedad de Ricardo Soledispa Ferrín, que beneficia a doce familias de La Fortuna y tiene una extensión de 14 hectáreas. 

En Nuevo Briceño se beneficiarán catorce familias y tiene una extensión de 22 hectáreas de terreno agrícola, agregó Nieto.

 

Beneficios. Limberg Zambrano, morador de La Fortuna, recordó que estos tapes son indispensables para la actividad agrícola de la zona, que es muy productiva. 

“Sin estos tapes fracasarían los sembríos que se mantienen en la temporada más seca del año, donde no llueve para nada”, manifestó. 

Pablo Hidalgo, morador de Nuevo Briceño, destacó que la zona cuenta con decenas de hectáreas de cultivos de ciclo corto y de frutas, que son llevados a los principales mercados del país.

“Se aprovecha que en la actualidad el río aún tiene cauce y sirve para el reguío de las zonas bajas, que están sembradas en su mayoría”, sostuvo Hidalgo.

Se indicó que los trabajos continuarán en los próximos días en comunidad Nuevo Briceño, y que la construcción de los cinco tapes tomaría unos 15 días aproximadamente.