Actualizado hace: 936 días 12 horas 49 minutos
Quito
Una iglesia es leyenda por Cantuña

Los españoles que llegaron a América levantaron grandes templos para el culto católico, sobre los construidos por los indígenas.

Domingo 21 Abril 2019 | 04:00

 Resultará familiar el nombre de Cantuña, pues en alguna ocasión seguramente se habrá sabido de la leyenda que aún sobrevive, no solo en Quito, sino en el resto del país. 

Se trata de un indígena al que, según dicen, se le había encomendado la edificación de la iglesia de San Francisco. Sin embargo, explica Javier Santafé, guía turístico, a Cantuña solo le correspondía la construcción del atrio del templo. 
La leyenda cuenta que debía terminar esta parte de la iglesia en seis meses. A pesar de reunir a un buen grupo de obreros indígenas y hacer todo el esfuerzo posible, la obra no avanzaba. En eso se le presentó Lucifer y le dijo que le ayudaría, a cambio de que él le entregara su alma. El indígena aceptó, con la condición de que fueran colocadas todas las piedras en el menor tiempo posible. 
Antes de la medianoche, la obra ya estaba culminada. Cantuña, al no querer entregar su alma al Diablo, había quitado una de las piedras del atrio, por lo que el trato no había sido cumplido y el indígena, burlando al mismo demonio, quedó relevado de su promesa.
En la actualidad la iglesia de San Francisco, ubicada en la plaza que lleva el mismo nombre, es una de las joyas arquitectónicas más apreciadas de la capital ecuatoriana y de América.
 
Otros templos. En el Centro Histórico de Quito hay alrededor de 40 iglesias y capillas. Todas estas tienen influencia indígena, dice David Cisneros, de Quito Turismo. 
Inicialmente fueron obreros indígenas los que construyeron las primeras capillas. Con el afán de evangelizar a la gente se empezó a levantar también grandes iglesias. 
Una de las obras más emblemáticas y antiguas es la Catedral Metropolitana de Quito. Su construcción como templo parroquial inició en 1545, y llegó a ser catedral en 1562.
El templo soportó terremotos y tuvo que ser reconstruido en 1803 y 1807. 
La catedral tiene aspecto ecléctico, con varios estilos, entre los que se reconocen el neogótico, neoclásico y barroco. En su interior se encuentran obras de pintores ecuatorianos como Miguel De Santiago y Manuel Samaniego, y del tallador indígena Caspicara.
Otro destino que no se debe pasar por alto si se visita Quito es la iglesia de la Compañía de Jesús, que en su interior presenta paredes recubiertas con pan de oro (7 toneladas), lo cual deja deslumbrados a quienes llegan al lugar.
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