Dijo que existe un compromiso del Gobierno Nacional por mantener operativo este sistema que hoy sirve para abastecer de agua a tres cantones: Manta, Jaramijó y Montecristi. Esto a pesar de que su finalidad era llevar el líquido desde la represa La Esperanza para el procesamiento del crudo en la fallida petroquímica.

Pero como el proyecto nunca se concretó, entonces se aprovechó de la anterior manera.   

La aclaración del ministro se genera tras la filtración de un documento donde la empresa venezolana petrolera PDVSA recomienda a la gerencia de la Refinería informar a los municipios de los tres cantones que ese no fue el fin para el cual se construyó el acueducto, y que por tal razón su operatividad ya no puede estar en manos de la Refinería. 

El ministro aclaró que el mensaje de PDVSA no tiene mayor trascendencia, y que solo es parte de un proceso de liquidación que actualmente lleva adelante la Superintendencia de Compañías con todos los bienes pertenecientes a la Refinería. 

“Los ciudadanos manabitas, en especial los de Manta, Jaramijó y Montecristi, deben estar tranquilos porque el Gobierno mantiene el compromiso de seguir operando el acueducto. Estamos liquidando los activos de la Refinería y, una vez que termine este proceso, procederemos a entregar el acueducto a la Empresa Pública de Agua (EPA) o la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) para que sigan administrando el sistema y así seguir abasteciendo de agua a los tres cantones”, señaló. 

La intervención de PDVSA en la liquidación se debe a que fue socia inicial del proyecto, en 2008, cuando se ubicó la primera piedra, aportando 240 millones de dólares. Sin embargo, luego de una crisis interna en Venezuela, PDVSA detuvo su aporte y Ecuador continuó invirtiendo hasta alcanzar los casi 1.500 millones de dólares. 

“Ahora estamos liquidando para que la mayoría de los activos pasen a manos de Petroecuador, porque fuimos los que más invertimos”, señaló.

Entre esos activos están el acueducto, 140 casas que forman parte de un campamento, el terreno donde se iba a levantar la petroquímica, vías, etc. 

Pérez insistió en que culminada la liquidación se podrá, por ejemplo, entregar al Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) la vía que conecta el redondel de Colorado con los predios de la Refinería, en el sitio El Aromo, zona rural de Manta, para que se la habilite al público. 

Actualmente el acceso se encuentra restringido justo al pie de los terrenos que fueron compactados para levantar la megaobra. Ahí hay guardias de seguridad que impiden el paso.   

Conductores particulares y gremios de la transportación pública han insistido en la posibilidad de que se permita el paso por dos razones: primero, no hay refinería, y segundo, porque acorta el tiempo de llegar a la zona rural de Manta. 

La vía de 14 kilómetros de extensión costó más de 22 millones de dólares. 

 

El campamento y el narcotráfico. El ministro reveló que las 140 viviendas construidas en un campamento de El Aromo se están deteriorando por falta de mantenimiento y uso.

Reiteró que por ahora no se puede decidir qué hacer con ellas hasta que no termine el proceso de liquidación. Luego de aquello, agregó Pérez, se podría considerar convertirlas en un plan habitacional para familias que no tienen casas, u ocuparlas para el proyecto Ciudad Alimentaria que empresas privadas desean levantar en la zona rural. 

El funcionario también se pronunció sobre el caso del supuesto despegue de una narcoavioneta de una de las vías de la Refinería hace 15 días. Dijo que la única manera de prevenir el uso de las arterias por el narcotráfico es ocupando el espacio con algún proyecto.