El hombre, de 27 años, reside en Quito desde hace cuatro años y admite que es la primera vez que ahorrará sus utilidades para adquirir un solar.
Confiesa que antes no lo hacía porque ayudaba a solventar los gastos de su familia y además apoyaba a su hermano menor a cursar sus estudios.
“Ahora tengo en mente comprar un terreno porque quiero tener mi propia casa”, sostuvo Conforme.
Él trabaja en un centro de reparaciones, mantenimiento y venta de repuestos para carros. “Yo estudié en una academia artesanal y aprendí algunas cosas de mecánica y ahora soy supervisor de mi área”, comentó.
La situación de Mariana Escalante es diferente, ella labora en una empresa de Posorja, parroquia de Guayaquil (Guayas), y en esta entidad sus utilidades fueron de 50 dólares. Según la mujer, no se siente contenta por la cantidad recibida.
“Uno trabaja y ayuda a los dueños a ganar dinero, pero ellos no piensan en uno. A ellos no les importa nuestra familia. Solo quieren exprimirnos”, indicó Escalante, quien sostiene que la empresa en donde labora no estaría cumpliendo con la ley con el reparto de utilidades.
“Tenía pensado comprar las listas de útiles de mis dos hijos con esto, pues los uniformes los compré con el décimo”, indicó.
Lo que dice la ley. Según el artículo 97 del Código de Trabajo, el empleador o empresa reconocerá en beneficio de sus trabajadores el 15 por ciento de sus utilidades líquidas.
Para determinar las utilidades se tomará como base las declaraciones o liquidaciones del impuesto a la renta.