Actualizado hace: 931 días 1 hora 53 minutos
Jorge Loor Zambrano
¡¡Verdades amargas!!

Aunque muchos no gusten de la política, la verdad es que todos dependemos de ella, dado a que por las buenas o malas decisiones que tomen nuestros gobernantes, benefician o afectan a la sociedad.

Domingo 14 Abril 2019 | 04:00

Lamentablemente, existen muchos políticos irracionales que hacen a la política irracional y con aquello originan  graves problemas sociales.
Empiezo este artículo de manera interactiva, preguntándoles: ¿Se enojaría si le roban, hieren, estafan o violan a usted o a algún familiar? Estoy seguro que su respuesta sería Sí y que aclamaría por justicia. 
Pero la realidad es amarga y distinta, ¿por qué? mientras esta desgracia de robo, herida, estafa y violación no le suceda a usted y a su entorno familiar, poco o nada de importancia le da al asunto del bienestar ciudadano. Realizo otra pregunta: Si el que robó, hirió, estafó, violó es alguien influyente o que ha contribuido al mejoramiento de una ciudad, provincia o país, ¿es mérito suficiente para no ser sancionado?, ¿qué dice usted?.....
Resulta que gran parte de nuestra sociedad es apática a la política y todo lo que conlleva, existiendo un alto grado de mala práctica en las normas de buenas costumbres y conductas por algunos que fungen de cabeza, empezando desde el hogar con los padres de familia, educadores, empresarios, religiosos, políticos, militares, etc. ¿Qué podríamos esperar entonces del resto de la sociedad?, donde a diario vemos tantas anomalías.
Nuestra sociedad es carente de concienciación colectiva y discernimiento de valores humanos. Para el primer caso sólo piensan en ellos y los suyos, para el segundo son proclives a lo malo, ajustando las  normas de conducta a su mejor conveniencia, donde lo malo lo hacen bueno para sus propósitos personales.
Y es justo aquí la importancia de tener sociedades inteligentes, donde la participación activa de cada individuo sea para el bienestar absoluto de cada ciudadano de nuestro país y del mundo.
Cito un ejemplo reciente de lo expresado en mis líneas anteriores: Julian Assange violó la intimidad  personal del presidente Lenín Moreno y en pocos días se ejecutó  su entrega a la justicia  británica por sus cuentas pendientes. Pregunto: ¿por qué no se pensó en función colectiva de país?  Dado que se contaba con indicios suficientes para terminar su asilo en nuestra embajada de Londres. Este acontecimiento fue un referente  de que se actuó más en el plano personal y más no colectivo, porque existía un perjuicio económico  político y de incumplimiento al protocolo establecido  durante su  estadía en nuestra embajada.
Otro ejemplo: Ecuador, hoy cuenta con mejores carreteras, escuelas modernas y muchas inversiones millonarias como las hidroeléctricas, repotenciación de hospitales y refinerías, obras ejecutadas con sobreprecios y algunas  mal construidas. Muchos ciudadanos dicen: Al menos han hecho obras en comparación a otros que no han hecho nada y que igual han robado. 
La realidad es inocultable de estos malos procedimientos y conductas de nuestra sociedad, siendo una VERDAD AMARGA. Es el momento de que los buenos ecuatorianos nos hagamos sentir participando colectivamente con nuestro buen accionar y emprendiendo en campañas educativas y de concienciación en  valores humanos por el bienestar del país.
 
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