El nacimiento del primogénito del príncipe Enrique está previsto para fines de este mes y la casa Real británica emitió un comunicado en donde se contempla el deseo de la pareja de mantener en privado dicho momento. “El duque y la duquesa de Sussex están muy agradecidos por los buenos deseos que han recibido de gente de todo el Reino Unido y el resto del mundo cuando se preparan para recibir a su bebé. Sus Altezas Reales han tomado la decisión personal de mantener en privado sus planes en torno a la llegada del bebé”, señala el comunicado.
Costumbre. Esta elección de la Duquesa de Sussex y el príncipe rompe con una de las tradiciones de la realeza británica.
En el pasado los medios de comunicación y público general supieron en dónde daría a luz la esposa del príncipe Guillermo, Kate Middleton, que fue el Hospital St. Mary’s, mismo lugar en donde la princesa Diana y el príncipe Carlos les dieron la bienvenida a sus hijos.
De hecho, a las afueras de ese hospital los duques de Cambridge presentaron a sus tres hijos George, Charlotte y Louis, siendo toda una tradición.
Por el momento no se ha revelado en dónde será el parto de Markle, pero varios medios especulan que ocurrirá en Windsor, a donde ella y el príncipe Enrique se mudarían antes del nacimiento de su hijo.
Los Duques no han descartado que el parto sea en un hospital, debido a que la exactriz tiene 37 años y un mayor riesgo de un parto prematuro o la necesidad de una epidural o cesárea.
Mientras que amigos cercanos a la duquesa señalan que ella desea parir en casa, ya que goza de una excelente salud y quiere la máxima privacidad al momento de recibir a su hijo.