La barriada era casi pura montaña, así que los primeros que llegaron debieron pasar mil y una calamidad antes de asentarse.

Galo Zambrano es uno de esos moradores añejos y se presta para explicar cómo ha sido y cómo es su barrio: la 3 de Noviembre y San Vicente de Paúl, en la parroquia Andrés de Vera.

“Cuando llegamos, esto era pura tierra y las primeras casas eran de caña; entonces no había los problemas que hay ahora”, señala.

Esos problemas, para los cuales tiene gestos de desánimo, no son otros que la inseguridad, la venta de droga, los asaltos.

“Desde hace unos 20 años la zona comenzó a dañarse. Por aquí los taxistas no quieren subir, tampoco los carros repartidores de cola, porque los asaltan”, explica Zambrano, quien agrega que sí hay operativos, pero resultan insuficientes. 

Sobre los servicios básicos, afirma que no hay quejas, ya que hay buena iluminación, el recolector pasa tres veces a la semana; solo el agua a veces es escasa, pero no es un inconveniente mayor como el de la delincuencia, que no descansa ni de día ni de noche.