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Portoviejo
Un accidente le robó a su hijo, el alma de su casa

Anita Gómez asegura que cuando una madre pierde a su hijo, la vida les cambia y el dolor que sienten no se borra con el tiempo.

Martes 09 Abril 2019 | 11:00

 A sus 80 años de edad carga con esta pena en su pecho, luego de que hace ocho meses uno de sus tres hijos falleciera producto de un accidente de tránsito.

Recuerda que todo ocurrió la tarde de un domingo, cuando Teófilo Casanova Gómez, de 50 años de edad, regresaba desde el parque Eloy Alfaro hasta el callejón  María Auxiliadora, en Portoviejo.
Anita señala que su hijo se movilizaba en una bicicleta, pero por cosas de la vida se le salió la cadena y se detuvo para ubicarla de nuevo.
Teófilo no tomó las precauciones del caso y se estacionó en plena carretera.
“No se subió a la vereda y al parecer un carro, cuyo chofer no se dio cuenta de que estaba agachado, lo atropelló”, dice Anita con una voz melancólica.
Parada en el portal de su casa, indica que luego del accidente otro de sus hijos acudió hasta el hospital en busca de respuestas, sin embargo los galenos sólo le confirmaron la muerte de Teófilo.
“Yo, como pude, también me fui caminando al hospital para ver a mi hijo, pero ya estaba muerto”, cuenta la mujer con lágrimas en sus ojos.
Producto de esta pérdida, Anita dice que empezó a padecer de una crisis nerviosa, porque no podía creer que su hijo, al cual estaba esperando en la casa, había muerto de un momento a otro.
Anita dice que cada día llora por él, pues aún lo recuerda como una persona noble, que siempre le ayudaba con los gastos de la casa y se encargaba de velar porque ella se alimentara y no tuviera necesidades.
Teófilo era soltero, no se metía con nadie, incluso era una persona amiguera, que se llevaba bien con todo el barrio, señala.
Sus familiares y conocidos lo extrañan porque era el alma de la casa, quien en momentos difíciles le daba ánimos a su adorada madre.
Anita cuenta que los días pasan y el recuerdo de su hijo sigue presente. 
“Todos los días le rezo y le digo que lo extraño mucho”, concluye diciendo Anita.
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