Así lo señaló Pedro Santana, administrador de la terminal, quien dijo que la contratista AcuiVásquez ofreció terminarlos a finales de abril.

Entre los trabajos figuran extractores de aire y acondicionamiento de puertas en los baños. 

También la reparación de seis locales que se afectaron con el incendio  de diciembre del año pasado en el patio de comidas; dos de estos sufrieron daños leves, detalló. 

También  la automatización de la puerta de acceso al comisariato Akí, como las cortinas de aire que restan en las puertas del edificio de la terminal.

Al igual que la automatización de los equipos ya instalados en los dos ingresos de la terminal  para el control de los taxis, que pagarán una tarifa de 10 centavos, y los carros particulares 25 centavos si permanecen más de 15 minutos en los parqueaderos.

Independientemente falta culminar el tecnicentro de la Unión de Cooperativas de Manabí. En 25 días esta organización ofreció terminarlo.

IngresosNGRESOS. El funcionario dijo que la terminal, que costó más de USD 26 millones, genera un ingreso de entre 120 y 130 mil dólares cada mes. 

“Si tuviéramos el servicio de control de ingresos de vehículos y publicidad privada en los exteriores, el ingreso mensual sería de 260 mil dólares”, aseguró.

Ese dinero permitirá terminar el parque infantil y atender el mantenimiento de las áreas verdes en un 100 por ciento. 

Indicó que en los exteriores de la terminal se hace corrección de redes sanitarias, que por el terremoto del 2016 colapsaron en algunos tramos, lo que genera gases tóxicos. También se construirá un baño de uso exclusivo para los choferes de los buses cerca de la torre de control. Los trabajos empiezan esta semana.

La terminal terrestre fue inaugurada el 4 de noviembre del 2017.

CRÍTICAS. Diómedes Parrales, usuario, dijo que este proyecto debió inaugurarse completo y no por partes. 

“Hay días que la climatización es irregular, hay locales forrados con tolda y áreas verdes desatendidas”, manifestó. 

En el patio de comidas también se ven locales entoldados y otros cerrados, lo que  deja mucho que decir, señaló. 

A lo largo de los pasillos se observan varios puntos de cables que no han sido tapados o enterrados. 

En la parte externa, en cambio, la maleza ha crecido a más de 30 centímetros. Visualmente la terminal proyecta una imagen abandonada por la falta de mantenimiento y limpieza, cuestionan los usuarios. 

La terminal fue proyectada inicialmente a 11 millones de dólares, pero entre la anterior y actual administración terminó costando $ 26 millones.