Esa mañana, una pareja hizo varios retiros de dinero de dos entidades bancarias ubicadas en el centro de Manta. 

Una vez que terminaron de retirar la plata, guardaron todo en la cartera de la mujer, de 26 años, y se trasladaron a bordo de un auto hasta su vivienda.

Cuando llegaron, la mujer se quedó en el carro esperando a su acompañante que ingresó un momento a la casa. En ese instante, aparecieron dos hombres a bordo de una motocicleta que se plantaron delante del carro. Uno de los sujetos se bajó de la moto, se acercó al auto y le pidió a la mujer que abriera la puerta del vehículo, mientras la apuntaba con un revólver. 

Sin embargo, la mujer se negó en reiteradas ocasiones y el hombre con la cacha del arma empezó a golpear el cristal hasta que lo rompió. El individuo volvió a apuntar a la mujer para intimidarla y que no se interpusiera en el robo. 

Segundos después, tomó la cartera rosada donde estaba el dinero, también documentos de la víctima y se subió a la moto que lo esperaba. Ambos hombres huyeron. 

El acompañante de la víctima salió corriendo al escuchar los gritos de la mujer  y se encargó de llamar a la Policía, mientras  la asaltada estaba en estado de nerviosismo. 

Cuando los agentes llegaron hasta el sitio tomaron procedimiento. La afectada declaró las circunstancias del robo y  con ello los agentes dieron inicio a la investigación.  

Enseguida se desplegaron varias unidades policiales en busca de los ladrones, pero no hubo resultados positivos. 

Sin embargo, se analizan videos de cámaras de seguridad de las viviendas del sector.  

La declaración. La afectada manifestó que los individuos que le robaron usaban casco de protección, por lo que no puedo ver sus rostros, además tenían chompas y pantalón jean. Ellos creen que los hombres los siguieron desde el centro de la ciudad hasta el lugar donde les robaron, pero ellos no se percataron de nada, dijo la víctima. 

En el informe policial se señala que los afectados al salir del último banco observaron a varios policías, pero no les pareció necesario pedir resguardo para trasladar el dinero. “No era la primera vez que retirábamos plata, y nunca nos había sucedido nada”,  declaró uno de los afectados.