Pero, sucede que desde diciembre del año pasado, cuando se dio la agresión o el accidente -la familia no lo tiene claro-, la condición de Nelson García Palacios ha mejorado considerablemente y esperan que siga evolucionando para que en algún momento se recupere y vuelva a ser el de antes.

El 3 de diciembre del 2018, el bombero Darwin García, de servicio en el cuartel de la parroquia Colón, recibió la llamada de un familiar y le indicaron que su hermano mayor había sufrido un accidente en el sitio El Guasmo de la parroquia Alhajuela.

Los vecinos vieron que una camioneta azul lo embistió, y luego el conductor aceleró y desapareció del sector. A un costado de la vía y entre la maleza quedó el cuerpo de Nelson García, ensangrentado y moribundo.

El hombre fue llevado a la emergencia del hospital Verdi Cevallos Balda, y luego derivado a una clínica en Manta.

MEJORA. El agricultor continuó grave y en coma un mes. Llegó el alta médica y a sus familiares les advirtieron que había pocas posibilidades de que se recuperara, ya que la lesión cerebral causó daño irreparable. 

Margarita, otra de las hermanas del afectado, dijo que la familia alistó la bóveda y la ropa para el “difunto”. Sin embargo, con el paso de los días, la mejoría fue notoria al extremo de que Nelson se cayó de la cama.

Según Margarita García, ya por su mente no pasa vestirse de luto, por el contrario, apelan a la ayuda de su comunidad y de entidades de labor social para apuntalar la rehabilitación de Nelson, cuyos hijos menores de edad extrañan sus abrazos y cariño. “No contamos con recursos para pagar la rehabilitación que precisa. Ojalá del MIES reciba algún bono”, dijo la mujer.