El pasado 7 marzo, Manhattan se convirtió en Venecia.
El barrio que lleva ese nombre está ubicado en Jaramijó, a un lado de la vía Manta-Rocafuerte. Con la lluvia del mes anterior el sector se inundó y el agua llegó hasta un metro y medio de alto.
Los moradores fueron evacuados y llevados a un albergue, pero algunos ya han regresado y por estos días Manhattan es un barrio de pocas personas.
Tatiana Robles dice que algunos vecinos dejaron el barrio desde que la lluvia inundó sus casas.
Unas cinco familias se fueron del sector llevándose sus pertenencias y dejando las casas aseguradas.
Allí habitan unas 20 familias que construyeron sus casas de cemento y caña guadúa en terrenos ubicados a metro y medio bajo el nivel de la carretera.
Tatiana dice que esa fue una de las razones por la que se inundaron, ya que el agua no tenía por donde desfogar y se acumuló en las calles. El otro inconveniente fue la pared de una empresa que sirvió como muro y retuvo el agua.
“Esto parecía río, los bomberos tuvieron que sacarnos en lanchas y el agua quedó estancada en algunas calles hasta 10 días después de la lluvia”, indica.
El barrio Manhattan fue creado hace 15 años, cuentan sus habitantes. Son tres cuadras de calles sin pavimento, ni alcantarillado, que ahora están cubiertas de un suelo húmedo y cuarteado, con charcos que no terminan de secarse.
Pero es ahora que ha quedado así, dice Érika Rivera, porque antes las vías sólo estaban llenas de polvo y piedras, cuenta.
Su casa también resultó afectada por la inundación, pero ella además perdió una cama, un ropero, dos colchones y una nevera.
Érika comenta que no fue la única afectada, pues sus vecinos también perdieron otros enseres y algunos solo se quedaron con ropa que tuvieron que recoger en las calles. “El agua subió demasiado y esto daba hasta miedo, tuvieron que llegar los bomberos”, indica.
Piden la obra. Tanto Érika como Tatiana señalan que durante las inundaciones llegó el alcalde de Jaramijó, Bawer Bailón, con el gobernador Xavier Santos, y les prometieron construir un sistema de aguas lluvias para evacuar el agua.
Tatiana comenta que no han sabido nada más de la obra, solo les dijeron que estaban en camino los estudios para ser entregados a la Gobernación.
“Es una obra necesaria, urgente, si vuelve a llover fuerte nos volvemos a inundar y no queremos volver a pasar por eso”, expresa.
A través de la Dirección de Comunicación el Municipio de Jaramijó informó que tras las lluvias se declaró al cantón en emergencia para canalizar recursos destinados a obras emergentes.
Dentro de la planificación está la canalización de aguas lluvias no solo en Manhattan, sino también en sectores como La Toma, Terra Nostra y Horizonte Azul.
El alcalde Bawer Bailón entregó el pasado 8 de marzo en la Gobernación de Manabí el listado de los anteproyectos de obras.
En total, para el cantón requieren de un presupuesto de 2 millones 277 mil dólares.
El cabildo prevé construir y ampliar el alcantarillado y levantar muros de gaviones en algunos sectores afectados por el invierno.
Leticia Solórzano, habitante de Manhattan, espera que construyan rápido lo que les prometieron.
Ella comenta que en la inundación el agua ingresó a su casa y su nevera anduvo flotando por todo el sector hasta que la agarraron en un terreno baldío, ya inservible.
Leticia apenas lleva siete meses viviendo allí y regresó hace unas semanas tras dejar el albergue en el centro de Jaramijó.
Ella quiere seguridad para quedarse en el barrio, ya que teme que con una nueva lluvia el sector se inunde y lo poco que le queda dentro de su casa de caña guadúa, termine flotando en las calles como la nevera.