Es urgente investigar la seguridad presidencial.
Es urgente investigar la seguridad presidencial.
Una tercera filtración sobre el primer mandatario, producto de un supuesto acto de espionaje, debe llamar a una alerta grave de seguridad del Estado, por lo que representa el presidente, sea quien sea el que ejerza esa responsabilidad.
Pero además, los sistemas de inteligencia, la fiscalía y los órganos de justicia deben actuar para encontrar a los responsables y sancionar de forma ejemplar la vulneración de la intimidad del mandatario si es que existiere.
La alerta inicial fue la presencia de una cámara oculta en el despacho presidencial, pero el primer caso de filtración concreto se registró en los primeros días de diciembre del año anterior, cuando circularon sin consentimiento del presidente, fotos de Lenín Moreno junto a empresarios y banqueros quiteños.
A mediados de diciembre se realizó una segunda filtración. En ese caso fue un audio de una intervención del primer mandatario en una reunión del Consejo de Seguridad Pública del Estado (Cosepe) en el que abordaron el secuestro y asesinato de los integrantes del equipo periodístico del diario quiteño El Comercio, perpetrado por un grupo disidente armado colombiano.
La tercera filtración, que se atribuye a un hackeo del teléfono del presidente, incluye fotos de la vida del primer mandatario en Suiza y celebraciones privadas en ese país, así como de recorridos del entorno íntimo del primer mandatario en otras naciones.
Es grave pensar que existe en el Estado un sistema técnico y humano que traicione al presidente, o que esté fuera del Estado y en manos de civiles nacionales o extranjeros vulnerando con facilidad y frecuencia al primer mandatario de una nación.
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