Los políticos llegaron a Las Colinas a ofrecer el paraíso terrenal.

Durante las semanas de  la campaña política que terminó el domingo anterior, desfilaron los candidatos a  alcaldes de Montecristi, quienes coincidieron en sus ofrecimientos. 

Las promesas iban desde la pavimentación de las calles, dotación del agua potable de forma permanente, hasta el alumbrado público y cerramiento de los terrenos baldíos y llenos de montes.

Todo eso escuchó Carlos Vásquez, quien vive en este barrio de la parroquia Leonidas Proaño desde hace 10 años.

Para él, si cumplen esos cuatro ofrecimientos, hasta subirían los precios de los terrenos que aún se venden en el sector. Es decir, tendrán mayor plusvalía.

Hay solares de 12 metros por 20 por los que sus dueños piden entre 12 mil y 15 mil dólares.

Este sector nació hace más de 25 años como una invasión. El barrio Las Colinas fue de los últimos que se poblaron. Desde hace más de un año en el barrio hay mucho movimiento de estudiantes porque entró a funcionar la unidad educativa Siglo XXI Kerlly Annabel Torres Cedeño. La institución lleva ese nombre en homenaje a la asambleísta por Manabí que falleció en un accidente de tránsito el 1 de mayo del 2015. El tranquilo barrio cobra más vida y bullicio a las siete de la mañana y al mediodía con los estudiantes.

 

> El agua. Ingrid Santos dice que la entrega del agua potable es irregular en el sector, y por eso ella, como todos los moradores, prefieren abastecerse a través de los carros tanqueros. Durante esta temporada invernal los mosquitos son otro de los problemas. 

Hay demasiados, dice, porque los terrenos donde no hay casas construidas están llenos de montes y allí se reproducen los insectos.

Ella espera que algunos de los ofrecimientos políticos se cumplan. Si son todos, mejor, pero la experiencia le ha enseñado que las promesas, así como llegan, se van.