Sus dueños las estacionan allí, desde las 08h00, con la intención de atraer clientes que requieran transporte de material de construcción, desalojos o remociones de tierras.
Jackson Arteaga, uno de los dueños de los vehículos, dijo que este segmento pasa por una profunda crisis debido a la falta de trabajo, y que no les ha quedado otra opción que ofrecer sus servicios de esta manera.
Señaló que antes eran contratados por instituciones públicas o compañías que tomaban las obras de la ciudad, sin embargo ahora eso no sucede. “Muchas constructoras tienen su propia flota”, afirmó.
Durante las campañas políticas el trabajo mejoró porque algunos candidatos realizaban arreglos en las comunidades, pero desde el domingo pasado eso ya no se da, explicó.
Dijo que las personas los pueden alquilar por horas. En el caso de las retroexcavadoras, cobran $ 25 (antes cobraban sobre los $ 30), mientras que por las volquetas depende del material que desea el usuario y también la distancia que se recorre. Ellos le ponen el material en obra, mencionaron.
Darwin Meza, por su parte, indicó que hay compañeros que deben sus unidades y deben cancelar a los bancos. “Una volqueta usada cuesta $ 40 mil y con el interés del crédito puede llegar a $ 60 mil”, explicaron.
Destacaron que en Portoviejo se han formado cinco grupos de maquinistas que se estacionan todo el día para ofertar sus servicios, los otros están en la zona del puente Bellavista, Apolo, salida a Crucita y vía a Manta. Hay cerca de 90 máquinas prestas para el trabajo, señalaron.
Orlando Álava, de la ferretería Alapon, señaló que todo el sector de la construcción sufre una recesión o frenazo económico. En el caso de este segmento de negocios, dijo que tiene un 40 % de disminución de ventas. Aunque explicó que esto es normal durante la temporada invernal.
Todos esperan que con las nuevas autoridades se abran oportunidades de trabajo.