Hasta el lugar llegaron los agentes de la Policía Nacional, quienes habían sido alertados por el ECU-911.

Una vez que los uniformados verificaron y confirmaron la presencia del cuerpo, llamaron a sus colegas de la Dinased y de Criminalística para que tomaran procedimiento. 

Versión. Los familiares manifestaron que la suegra del hoy occiso, quien vive en la casa vecina, fue en compañía de una niña de 4 años de edad, hija de la víctima, a llamarlo a la vivienda para que fuera a almorzar, pero éste no contestó.

La mujer le dijo a la niña que subiera a la casa y llamara a su papá.

La menor de edad al abrir la puerta se percató de que su ser querido estaba ahorcado.

“Corre abuelita que mi papi se mató”, fueron las palabras de la niña.

La suegra de inmediato avisó a los demás familiares y a la vez llamó al ECU-911 para informar lo sucedido con su yerno.

Policía. Los uniformados manifestaron que el hombre estaba colgando de una soga atada a su cuello. Junto a él, en la cama, estaba una ropa bien arreglada, la que se presume la víctima dejó para que sus familiares lo sepultaran.

Los deudos manifestaron que “Julián”, como conocían cariñosamente a Julio Bailón, trabajaba como guardia de seguridad en la urbanización La Finca, ubicada en la parroquia Picoazá.

Señalaron que el hombre llegó aproximadamente a las 08h30 a la casa, ya que le había tocado trabajar el turno de amanecida.

Al parecer se bañó y luego se cambió de ropa, posteriormente se ahorcó.

Sus familiares señalaron que como en todo hogar, la víctima tenía problemas con su esposa, pero jamás pensaron que iba a tomar esa decisión.

El cadáver fue llevado por la Policía hasta el centro forense de Manta.