A un costado de su negocio está el almacén El Mundo de las Telas, cuyo propietario, Edison Vallejo, si bien no ha sufrido ningún robo, está preparado para enfrentar al hampa con dos perros de la raza pastor alemán, los cuales se encuentran en la terraza de su negocio.

“Esta zona está abandonada, es necesario que se le dé más atención, por ejemplo, que se permita el paso de buses”, dijo Vallejo.

De igual forma, Lorena Pico, quien trabaja en el restaurante D’Wilson, contó que ha sido testigo de cómo algunos ladrones se refugian en las instalaciones donde funcionó un local de una cadena nacional de supermercados.

“Como yo soy la primera en llegar a las 6 de la mañana, me di cuenta de que dos tipos salían de allí con dos cajas metálicas. Parece que allí se meten”, comentó.

De todos los almacenes de la calle, el que más parece haber sido víctima de los delincuentes es Casa Elizabeth. Hace pocos días, sufrió un nuevo robo en el que perdió computadoras y otros enseres. Ellos tienen cámaras, pero los ladrones estaban encapuchados. Así lo narró una de sus dependientes, Angie Saltos. “Aquí lo que se necesita es más seguridad, porque está como abandonado, no hay guardias municipales, ni de la Policía Nacional ni nada”, señaló.

Voz policial. Por su parte, el jefe policial del distrito Portoviejo, Jaime Salazar, mencionó que, ante cualquier llamado de auxilio, la respuesta policial es inmediata, “lo que pasa es que la gente no denuncia y nosotros lo que queremos es que se visualicen sus denuncias”.

Salazar dijo también que lo “que sí puedo asegurar es que vamos a hacer una intervención integral en la zona con nuevos oficiales que nos han llegado”.

Acerca de la UMAC (Unidad Móvil de Acción Comunitaria), que se encontraba en el sector antes del terremoto, indicó que ha sido removida pero, considerando la situación actual, se va a analizar  la posibilidad de instalarla nuevamente en el lugar.